A partir de este año, los rehabilitadores de vida silvestre en Tennessee ya no podrán recibir crías de venado cola blanca.
Es una decisión “difícil” que la Directora del Walden’s Puddle Animal Care, Joanna Prosser, ha tomado e indicó a medios de comunicación que la mayoría de los rehabilitadores de vida silvestre entienden que no se tomó a la ligera, siendo el factor principal la propagación de una enfermedad con una tasa de mortalidad del 100%.
“TWRA (Agencia de Recursos de Vida Silvestre de Tennessee) tomó esta decisión basándose principalmente en la enfermedad debilitante crónica”, mencionó Prosser. “Es una enfermedad fatal del sistema nervioso en los ciervos. Actualmente, la enfermedad ha sido detectada principalmente en el oeste de Tennessee, pero hay indicios de su extensión hacia el este”.
Según TWRA, la caquexia crónica, o CWD, ya se ha detectado en 16 condados del oeste de Tennessee. La enfermedad se propaga a través del contacto de animal a animal, así como a través del suelo y los alimentos contaminados con heces, orina o saliva.
La enfermedad es sumamente contagiosa
Prosser dijo que se cree que la contaminación ambiental podría durar décadas. La lenta progresión de la enfermedad también significa que un animal puede volverse infeccioso mucho antes de que muestre signos de enfermedad.
La preocupación es enorme ya que esta afección puede propagarse por todo el estado, lo que sería perjudicial no solo para la población de cérvidos (venados, alces, alces) sino que se cree que esta podría propagarse a otros animales.
Según TWRA, incluso sin considerar la propagación de la enfermedad, las bajas tasas de supervivencia resultantes sugieren que la rehabilitación no es una herramienta eficaz para mejorar las poblaciones de venados de cola blanca y que su mayor probabilidad de supervivencia está en la naturaleza sin intervención humana.
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